miércoles, 21 de diciembre de 2011

“Dormitorio Libro”, una creación con personalidad propia

Detalle de la cama. Click para ampliar.
Cada persona es diferente, con diferentes gustos, hábitos, valores… Un mueble debería responder a esta individualidad, porque cada uno responde a una necesidad concreta en un espacio decorado con un estilo concreto. Ante la estandarización y la uniformidad, aún hay fabricantes que aportan aire fresco en un esfuerzo por hacer algo nuevo, con valores propios.

Al hilo de esta reflexión presentamos el “Dormitorio Libro”, concebido y realizado por Muebles Herka. El gusto por la lectura de sus artesanos y diseñadores les lleva a hacer un dormitorio sorprendente en un acto de sinceridad, con la intención de mostrarse a sí mismos y su personalidad. El resultado es un dormitorio compuesto por cama, cómoda y mesitas con mucho en común con el libro: sus páginas, sus encuadernaciones, su fantasía, su naturaleza reflexiva.

La cómoda cuenta con un sistema de apertura coplanar con los herrajes en línea, que permite que una hoja se solape con la otra y aportándole mayor plasticidad y realismo. 


Detalle de la cómoda. Click para ampliar.
La cama está consiste en una bañera flotante fabricada en madera maciza de fresno y muestra el tomo de un libro cerrado con todos los detalles: hojas, ribetes, número de tomo…

En el modelo que exhiben en sus instalaciones les costó elegir el texto que aparecería sobre las hojas. Finalmente optaron por unos fragmentos de la carta del jefe indio Seattle al Presidente de los Estados Unidos en 1855 como respuesta a la intención de éste de comprar sus tierras, con frases como:

“¿Cómo se puede comprar o vender el cielo o el calor de la tierra?”


Mesita de noche. Click para ampliar.
“Si nadie puede poseer la frescura del viento ni el fulgor del agua, ¿cómo es posible que usted se proponga comprarlas?” 

Con esta elección, Muebles Herka define su estilo: natural pero humilde, singular pero cercano. Herka fabrica cada uno de sus muebles desde cero, por lo que podría fabricar este dormitorio con cualquier texto elegido por el cliente, como las dimensiones, colores y acabados de cada mueble.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Decoración olfativa

Cuando llevas un tiempo fuera y llegas a casa, te reconforta reconocer su aroma nada más abrir la puerta. La madera de tus muebles, alguna planta de interior, especias y otros ingredientes de tu cocina, perfumes y fragancias... La decoración también se percibe con el olfato por lo que, al configurar nuestro espacio, no debemos pasarlo por alto.

Para ilustrar esta idea, reproducimos a continuación un interesante artículo que hemos encontrado en la revista Decoestilo.com .

LOS AROMAS, PARTE FUNDAMENTAL DE LA DECORACIÓN

Algunos estudios demuestran que en una de las primeras cosas en las que nos fijamos al entrar en una casa es en su olor, seguido de la decoración y finalmente de la distribución.

La decoración es un mundo tan amplio que llega a tocar casi todos los temas desde diferentes puntos de vista, hoy vamos a ocuparnos del sentido del olfato, de los aromas, de lo que nos trasmiten, de las emociones que nos despiertan, de sentimientos…

El sentido del olfato está directamente relacionado con las emociones; relax, nervios, alegría, calma… los olores pueden generarnos multitud de sensaciones y también de reacciones, pero a pesar de que el olfato es el sentido más sensible del ser humano, también es el gran olvidado de los sentidos.

En el mundo occidental el olfato ha sido probablemente uno de los sentidos menos valorados a nivel personal frente a la vista y el oído, que ocupaban lugares preferentes a este respecto. Sin embargo hoy en día una gran mayoría de personas considera al sentido del olfato tan importante como los demás, y un porcentaje considerable de personas lo considera el más importante de todos ellos.

Los aromas y los olores son capaces de generar recuerdos en nuestra mente y evocar experiencias agradables o desagradables que influyen en nuestro estado de ánimo y en nuestro sueño.

Cada día otorgamos más importancia a los olores en el ambiente que nos rodea, y cuidamos de forma especial los olores de nuestro hogar esforzándonos por crear un frescor duradero que generalmente solemos asociar a limpieza.

Tratamos de evitar olores desagradables como basura, comida, mascotas… y lo hacemos porque aunque no seamos conscientes de ello, el mal olor repercute negativamente en nuestro estado de ánimo, aunque también sucede exactamente lo contrario, hay determinados olores que tienen la capacidad de animarnos y de hacernos sentir mejor, por ejemplo los aromas florales, los cítricos o el aroma del mar.

Cuando olemos un determinado aroma, instantáneamente se produce una asociación de ideas en nuestra mente. Nuestra memoria es capaz de retener hasta 10.000 aromas distintos, aunque habitualmente solo somos capaces de reconocer 200. Sin embargo cuando uno de esos aromas se cuela en nuestra nariz, de repente somos capaces de recordar el lugar en el que estábamos la primera vez que disfrutamos de aquel aroma, lo que estábamos haciendo… e incluso puede recordarnos momentos concretos de nuestra vida, experiencias vividas, acontecimientos…

Por eso etiquetar los aromas resulta muy complicado, porque cada persona los asocia a determinadas circunstancias, y si un aroma agradable lo relacionamos inconscientemente con una situación triste o desagradable de nuestra vida, deja de serlo de forma instantánea.

Los olores y aromas son, en definitiva, un excepcional mecanismo para ayudar a pasar de lo puramente sensorial a lo realmente experimental y vivencial.